Ríndete a la moda de la decoración con plantas haciendo tus propias guirnaldas naturales a partir de tallos y flores frescas. Un soplo de aire fresco y de color para tu hogar.
Las plantas no pasan de moda y en la decoración son un elemento clave que, en los últimos tiempos, se está convirtiendo en toda una adicción: cactus, suculentas, macetas de mil formas y tamaños, plantas colgantes, hasta vegetación natural en el cuarto de baño o la cocina. Todo el hogar se cubre de un frondoso verde con pinceladas de color que aportan personalidad, estilo y vivacidad a cualquier espacio, sea de la tendencia que sea.
Para caer rendido a sus encantos no hay que limitarse al uso convencional, podemos crear maravillosas ornamentaciones a partir de flores y ramas cortadas. Adornos fugaces que trasmiten un aspecto orgánico y muy natural a todos los ambientes representados en guirnaldas y coronas. Y no, no hace falta ser un experto para realizar algunos arreglos.
Cómo hacer guirnaldas naturales
Las guirnaldas de plantas y flores son algo tan sencillo y resultón que, una vez que te familiarices con su proceso, no querrás dejar de hacerlas. Y no sirven únicamente para vestir paredes, también son perfectas como centro de mesa o para enmarcar cuadros y espejos.
GUIRNALDA DE EUCALIPTO, PANICULATA Y FLORES
La base para la creación de muchas de las guirnaldas naturales suele ser siempre la misma.
Para hacerla necesitas un alambre de aluminio del doble de largo de lo que quieras hacer. Dóblalo por la mitad y enróscalo ligeramente sobre sí mismo.
A continuación, inserta una rama de eucalipto en uno de los huecos del alambre y fíjala con un trozo de alambre de jardinería. Pon la siguiente rama a mitad de la anterior para que se vayan solapando unas con otras y rellena así todo el alambre. Lo ideal es que en este caso uses las ramas compuestas por varias ramas, para enganchar la más grande al alambre y dejar que las demás caigan. Después, usa las que están sueltas para rellenar espacios vacíos.
Para que quede perfecto, ponlas todas en la misma dirección, excepto en el primer extremo, para que ambos lados terminen igual.
Una vez hecha la parte verde, ve insertando pequeños ramilletes de paniculata en los huecos, y finaliza enganchando las flores, que pueden ser margaritas, peonías, o cualquier otra variedad que resalte.
GUIRNALDA FRONDOSA Y SILVESTRE
Aprovecha una escapada al campo para hacerte con un buen arsenal de flores y plantas silvestres. Todo vale, desde espigas, hasta frutos, flores, tallos... Una vez en casa, agrúpalos por tipos o especies formando ramilletes, y átalos con un alambre de jardinero.
Cuando tengas hechos todos los ramilletes, fíjalos en un alambre enrollado sobre sí mismo (como el de la guirnalda anterior). Después, rellena las intersecciones entre uno y otro con materia vegetal: ramas, frutos, etc.
GUIRNALDA DE EUCALIPTO Y OLIVO PARA EL CENTRO DE MESA
Esta guirnalda está elaborada únicamente con hojas, por lo que conviene usar dos tipos de verde que den dinamismo y color. Por eso, vamos a usar ramas de eucalipto de hoja alargada y de olivo o hiedra.
Haz pequeños ramos con sendas plantas y ve atándolos a lo largo de una cuerda, alternando olivo y eucalipto y dejando que se solapen unos con otros para que no se vea la cuerda.
Una vez hecha, coloca la guirnalda en el centro de la mesa, dejando que los extremos cuelguen hasta el suelo por ambos lados.
Diseña tus propias guirnaldas
Estas ideas de guirnalda son solo una muestra de lo que se puede hacer con un alambre o una cuerda y unos tallos naturales, pero por supuesto, no hay que usar siempre las mismas plantas. Lo bueno de las guirnaldas naturales es que son perecederas, por lo que podemos experimentar y probar nuevas fórmulas sin miedo a equivocarnos.
Depende del uso que vayas a darle, puedes hacerla más exuberante –si es para una fiesta-, o si quieres unas guirnaldas de navidad hechas a mano, puedes incluir acebo, piñas y frutos rojos.
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